Años de vocación, sentido de pertenencia y compromiso con la misión educativa hoy se convierten en gratitud. La Universidad Mariana rindió un emotivo homenaje a un grupo de administrativos y profesores que, tras dedicar su vida al servicio institucional, culminan su etapa laboral e inician el camino de la jubilación, dejando un legado que perdura en la historia y el corazón de la comunidad universitaria.
La ceremonia, acompañada por directivos, compañeros de trabajo y miembros de la comunidad universitaria, se convirtió en un espacio de reconocimiento y memoria, donde se exaltaron trayectorias de vida marcadas por la entrega, el profesionalismo y el amor por esta obra educativa.
En este acto fueron reconocidos los colaboradores administrativos Dora Lucy Arce Hidalgo, Ana Cristina Chávez López, Ana Pastora Eraso Calvache, Guillermo Alberto Paz Mora, Jesús Edmundo Pastas Agreda y Sonia García España, quienes, desde distintas responsabilidades, aportaron con dedicación y constancia al crecimiento y fortalecimiento institucional. De igual manera, se exaltó la labor de los profesores Bolívar Arturo Delgado, Esperanza Margarita Campaña Benavides, José Javier Villalba Romero, Servio Antonio Enríquez Realpe y Silvia Berenice Rocío Moncayo Quiñónez, cuya huella permanece viva en la formación académica y humana de múltiples generaciones de estudiantes y en la memoria colectiva de la Universidad.
Durante el acto, la Hermana Liliana Isabel Díaz Cabrera, rectora de la Universidad Mariana, dirigió un mensaje de agradecimiento en el que destacó que el servicio de los jubilados ha dejado una marca imborrable en la historia institucional y en la vida de quienes compartieron su caminar. Como expresión de este reconocimiento, se realizó la entrega de una placa conmemorativa y un detalle simbólico, en honor a una vida dedicada al servicio educativo.
Este homenaje representó una celebración de la misión cumplida y del legado que permanece vivo en la Universidad Mariana. Encomendados a Dios y a la Virgen María Inmaculada, los jubilados inician una nueva etapa acompañados del cariño, el respeto y la gratitud de una comunidad que reconoce en ellos un ejemplo de fidelidad, servicio y compromiso institucional.
