
La Red de Universidades Católicas de Pasto, integrada entre otras, por la Universidad Mariana, CESMAG, Católica del Sur, la Universidad Santo Tomás y UNIMINUTO; culminó la segunda cohorte del diplomado “Liderazgo para la Paz: Resolución de Conflictos y Cultura del Encuentro”, una apuesta educativa que comienza a perfilarse como referente regional en formación para la reconciliación y la ciudadanía.
El diplomado, concebido para fortalecer competencias en resolución pacífica de conflictos, lectura crítica del contexto colombiano y construcción de tejido social mediante prácticas restaurativas, reunió a estudiantes y profesores de distintas disciplinas. Su enfoque interinstitucional lo convierte en uno de los programas colaborativos de educación superior que abordan la paz desde una perspectiva académica, ética y territorial, alineada con los retos del posacuerdo en el suroccidente del país.
El magíster Óscar W. Vallejo, director del Departamento de Humanidades de la Universidad Mariana, señaló que los procesos formativos conjuntos permiten avanzar en la consolidación de una identidad educativa articulada. “La sinodalidad entre nuestras universidades fortalece la idea de que somos una sola humanidad. Este diplomado demuestra que la formación integral en valores como la convivencia, la empatía y la tolerancia es posible cuando trabajamos desde una visión compartida”, afirmó. Vallejo también destacó el papel de los profesores Jaime Alexander Quimbiamba y Eyner Fabián Chamorro, quienes aportaron una mirada crítica y ética al análisis del conflicto en Colombia.
Para la doctora Yoisse Nathaly Velasco Rodríguez, rectora de la Fundación Universitaria Católica del Sur, el programa responde a un llamado institucional y eclesial. “Monseñor Juan Carlos Cárdenas, Obispo de la Diócesis de Pasto, nos invita a formar liderazgos orientados a la paz. Escuchar las reflexiones finales de los estudiantes nos confirma que estamos sembrando esperanza en una región que la necesita profundamente”, expresó.
Desde la coordinación académica, Javier Eduardo Rodríguez, representante de la Universidad CESMAG, subrayó la relevancia de este diplomado en la comprensión histórica, política y social del conflicto colombiano. “El programa ofrece herramientas para transitar hacia una cultura del encuentro y la reconciliación, y evidencia la capacidad de nuestros docentes para contextualizar los fenómenos del conflicto desde múltiples dimensiones”, indicó.






Uno de los aspectos más valorados por las instituciones participantes fue la incorporación de pedagogías restaurativas, un enfoque que, según Leidy Guzmán, profesora de la Universidad Santo Tomás, permite a los estudiantes replicar estrategias de paz en comunidades vulnerables. Paralelamente, Cristian Portilla destacó que la articulación entre universidades católicas constituye un aporte decisivo para consolidar procesos de paz desde la región.
Los estudiantes también resaltaron el impacto del diplomado en su formación personal y profesional. Sara Hidalgo, estudiante de Derecho de la Universidad Mariana, expresó que el programa le permitió comprender el conflicto desde una lógica no violenta y orientada al diálogo. Alejandra Noguera, egresada de la Católica del Sur, aseguró que la experiencia fortaleció su liderazgo social.

Por su parte, Bryan Chazoy, estudiante de la Universidad CESMAG e integrante del pueblo indígena Inga Aponte, enfatizó la pertinencia del enfoque intercultural: “Este diplomado me ayudó a reflexionar sobre nuestras problemáticas como sociedad. Me enseñó a ser pacífico, tolerante y a vivir en armonía, como Dios nos manda”, afirmó.
También desde CESMAG, María Alejandra Calvache resaltó el valor del proceso para su futuro profesional en áreas de justicia y análisis del conflicto.
Con esta iniciativa, las Universidades Católicas de Pasto reafirman su compromiso con la educación para la paz, la formación de liderazgos transformadores y la consolidación de un modelo de cooperación académica que comienza a llamar la atención más allá del suroccidente colombiano. Su apuesta por una educación centrada en el diálogo, la comprensión del conflicto y la construcción del bien común se proyecta como un aporte significativo a las dinámicas de convivencia y reconciliación en el país.
