CLAUSURAN PROGRAMA DE TRANSFORMACIÓN AGROINDUSTRIAL CON 36 PRODUCTORES DE NARIÑO

Con una jornada marcada por el reconocimiento al saber campesino y la apuesta por la innovación rural, la Universidad Mariana clausuró el Programa de Capacitación Integral en Transformación Agroindustrial de la Papa, una iniciativa impulsada a nivel nacional por el Fondo Nacional de Fomento de la Papa – FEDEPAPA y ejecutada por el Programa de Ingeniería de Procesos.

El proceso, desarrollado a lo largo de diez sesiones técnicas y prácticas, fortaleció las capacidades de 36 productores de los municipios de Pupiales, Guachucal, Guaitarilla y Cumbal.

El proyecto, liderado por el Programa de Ingeniería de Procesos y coordinado por su director, magíster Javier Mauricio Villota, surgió de una convocatoria nacional de FEDEPAPA orientada a impulsar procesos de valor agregado en el sector papero. Según Villota, “este proceso nos permitió acercarnos a 36 familias, comprender sus realidades y mostrar que la transformación agroindustrial es clave para generar productos de alto valor agregado”.

Para la Hermana Liliana Isabel Díaz Cabrera, rectora de la Universidad Mariana, el programa representa un ejemplo de articulación efectiva entre academia y campo: “Es una alegría acompañar a nuestros productores en procesos que dignifican su labor y fortalecen el desarrollo de nuestro territorio. Este proyecto demuestra que, cuando la academia se une al campo, surgen oportunidades reales de transformación y esperanza para las familias nariñenses”.

El doctor Richard Sánchez, Gerente General de FEDEPAPA y administrador del Fondo Nacional de Fomento de la papa- FNFP, destacó el valor de esta alianza institucional: “Es supremamente importante generar valor a los agricultores. La Universidad Mariana cuenta con laboratorios, investigación y talento humano que permiten llevar beneficios reales al campo”, afirmó, subrayando el impacto técnico y social del proceso para las familias productoras.

 
Universidad Mariana
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Las capacitaciones incluyeron módulos de transformación alimentaria poco explorados por los productores. La magíster Ángela Sofía Parra, profesora del Programa de Ingeniería de Procesos explicó que se trabajó en derivados como chips, almidón y harina, utilizados luego en la elaboración de galletas, muffins, pastas y otros alimentos con potencial comercial.

Además, el grupo aprendió a producir insumos no alimentarios, como alcohol, pegantes y plastilina, consolidando una mirada más amplia sobre las posibilidades de diversificación. Los contenidos incluyeron también prácticas sobre limpieza, desinfección, formulación nutricional y parámetros de inocuidad, claves para avanzar en procesos de comercialización formal.

Para Alison Bravo, estudiante y joven investigadora del programa, la experiencia representó un aprendizaje significativo: “Trabajamos casi un año con seis asociaciones y logramos resultados muy valiosos desde el laboratorio y en espacios como ferias locales”. El impacto del proyecto se evidenció en la voz de los participantes. José Bayardo Pérez, productor de Guachucal, aseguró: “Ya no vemos la papa solo para vender en fresco, sino como un producto que podemos transformar para generar mejores ingresos”.

Por su parte, Maritza Bastidas, de Guaitarilla, destacó que, en medio de la crisis de precios del tubérculo, acceder a conocimientos sobre valor agregado abre posibilidades para emprendimientos familiares y nuevos modelos de comercialización.

Desde la Estrategia Conecte de la Universidad Mariana, el coordinador Edgar Parra resaltó que este proceso “fortalece la competitividad del sector agrícola regional y sienta las bases para futuras iniciativas con otras cadenas productivas del departamento”.

El programa deja instalada una capacidad técnica, científica y humana que permitirá dinamizar la innovación rural en Nariño. Esto permite fortalecer el compromiso de la institución con el desarrollo territorial y la dignificación del trabajo campesino, aportando al fortalecimiento de la agroindustria y la economía rural del suroccidente colombiano.