
El pasado 10 de abril, el Auditorio Jesús de Nazareth de la Universidad Mariana fue escenario del espacio académico “Filosofía y extramuros”, una jornada de reflexión orientada a promover una mirada crítica y multiperspectivista sobre los conflictos contemporáneos y sus posibles vías de resolución desde el pensamiento filosófico.
En esta edición, el evento llevó por título: “De la alteridad creada a la amistad compartida. Un acercamiento a la resolución de conflictos”, y se desarrolló bajo la modalidad de ponencia magistral, con la participación especial de Sofía Manuela Narváez, estudiante del Programa de Comunicación Social, quien abordó el valor de la diversidad cultural y la importancia de practicar cotidianamente valores como la paz, el respeto, la empatía y la escucha activa.
Su intervención propuso una reflexión profunda sobre la otredad como vía para construir relaciones fraternas en contextos marcados por problemáticas como el acoso escolar, el matoneo o el ciberbullying. En este sentido, destacó el papel de la filosofía como herramienta para comprender las acciones humanas, generar vínculos solidarios y contribuir a la construcción de una comunidad universitaria más inclusiva.
El encuentro fue moderado por el magíster Oscar W. Vallejo, director del Departamento de Humanidades, y la magíster Alejandra Deraso, profesora adscrita de la misma dependencia. El profesor Vallejo resaltó que “estos espacios formativos, liderados por la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, fortalecen la misión institucional de formar profesionales ética y académicamente competentes, con pensamiento crítico y compromiso social”. Por su parte, la profesora Deraso enfatizó la importancia de estos ejercicios de pensamiento como complemento del curso institucional Pensamiento Filosófico, al permitir una comprensión histórica y vivencial del mundo desde el diálogo y el logos.
La actividad contó con la conducción de Laura Rosero, estudiante del Programa de Comunicación Social, quien facilitó el intercambio entre ponente y asistentes, destacándose por su elocuencia y capacidad de interlocución. Participaron activamente estudiantes de los programas de Enfermería y Comunicación Social, demostrando habilidades de análisis autónomo y la transversalidad del pensamiento, pilares distintivos de la formación mariano-franciscana.



