La Oficina de Relaciones Internacionales (ORI) de la Universidad Mariana continúa consolidando puentes de cooperación académica en América Latina mediante el Programa de Intercambio Latinoamericano (PILA), una iniciativa que promueve la movilidad, el intercambio de saberes y el fortalecimiento institucional entre universidades de la región.
En esta ocasión, la institución recibió a Anabel Ibarra, profesional de la Universidad Estatal de Sonora (Hermosillo, México), quien desarrolló una estancia académica como gestora en el área de Gestión Humana de la Universidad Mariana. Su participación se convirtió en un ejercicio de aprendizaje mutuo que fortaleció la visión institucional sobre los procesos de talento humano y abrió nuevas perspectivas para su práctica profesional en México.
Al respecto, Anabel Ibarra, manifestó: “Esta experiencia es muy importante para mí porque me permite conocer otros modelos, otras culturas y otra forma de gestionar los procesos de talento humano. Sé que será un aporte significativo para mejorar mi desempeño laboral”.
Durante su estancia, Anabel se enfocó en conocer, observar y analizar los procesos que implementa la Universidad Mariana en materia de selección, bienestar, inducción, administración de personal y desarrollo organizacional. Su objetivo fue identificar prácticas que pudieran fortalecerse y adaptarse en su institución de origen. “Conocí de los procesos que se realizan aquí para poder aplicarlos en mi área de trabajo. Aunque son diferentes, sé que puedo generar mejoras en mi universidad”, explicó.
Su participación en el programa fue resultado de un proyecto que presentó sobre el proceso de nómina en la Universidad Estatal de Sonora. El planteamiento, elaborado en aproximadamente una semana, llamó la atención del comité de selección por su claridad, pertinencia y potencial de aplicación en la movilidad.
La ORI acompañó su llegada, adaptación y proceso formativo en la Universidad Mariana, asegurando el cumplimiento de sus objetivos académicos y la integración con el equipo de Gestión Humana. Además del aprendizaje profesional, la joven mexicana dejó un valioso intercambio cultural: compartió dulces típicos de su país, generando espacios de cercanía, diálogo y reconocimiento mutuo entre equipos de trabajo. “Animo a otros estudiantes y profesionales a participar. Es una experiencia muy bonita: conoces otra cultura, otra manera de trabajar y ciudades tan encantadoras como Pasto, que no conocía y me sorprendió”, afirmó al concluir su movilidad.
La experiencia de Anabel Ibarra evidencia que el programa PILA no solo impulsa la formación académica y el perfeccionamiento profesional, sino que también fomenta el enriquecimiento humano y cultural derivado del encuentro entre países y universidades.
La Universidad Mariana, a través de su Oficina de Relaciones Internacionales, reafirma así su compromiso con la cooperación internacional, el fortalecimiento institucional y la apertura de escenarios que permiten a más personas vivir experiencias formativas transformadoras que nutren la gestión humana, la interculturalidad y la integración latinoamericana.