En las instalaciones de la Universidad Mariana se firmó el ‘Pacto por una cultura política pacífica y de no violencia en las elecciones y en el ejercicio político’, cuyo propósito es fortalecer la democracia, la convivencia y la no estigmatización como camino para la construcción de la reconciliación nacional. Esta es una estrategia liderada por el gobierno nacional y el Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia.
Se dieron cita las diócesis de Pasto, Ipiales y Tumaco, Pastoral Social Caritas Colombia, Pastoral Social Diócesis de Pasto, Pastoral Social Diócesis de Tumaco, Pastoral Social Secretariado Diocesano de Pastoral Social, Servicio Jesuita para Refugiados, Universidad Católica del Sur y Universidad Mariana; quienes actuaron como promotores y testigos de esta iniciativa.
Representantes de las instituciones antes mencionadas, así como partidos, movimientos políticos, candidatas, candidatos, grupos significativos, activistas de campañas, autoridades territoriales y nacionales, suscribieron entre otros, los siguientes compromisos:
Propender por una cultura política basada en el reconocimiento y en el respeto por el opositor político, promoviendo diálogos centrados en la argumentación y en el valor de las ideas, así como la defensa por la vida, apartándonos del lenguaje ofensivo y agresivo que promueva cualquier forma de discriminación, exclusión, persecución y estigmatización.
Rechazar públicamente y denunciar ante las autoridades competentes todo aquello que afecte el funcionamiento de la democracia, como los comportamientos violentos emprendidos en nombre de o por los candidatos y candidatas en contienda, que incidan, afecten o impidan la participación política.
Utilizar de manera responsable y respetuosa los espacios en medios de comunicación y redes sociales, ofreciendo información veraz y elementos para el análisis, evitando diseminar información falsa o difamatoria que promueva el odio, la estigmatización, la discriminación y la violencia.
Respetar y promover el ejercicio libre y consciente de los derechos políticos de toda la ciudadanía, rechazando cualquier acto de intimidación, coacción o corrupción electoral.
Promover, respetar y reconocer la participación paritaria de las mujeres, poblaciones con orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género diversas. Su inclusión en las listas y las garantías de las condiciones y las medidas para su participación son imperantes.
Promover la participación política y ciudadana de las víctimas del conflicto armado, organizaciones sociales, pueblos afrodescendientes, indígenas, raizales, palenqueros y ROM, con el fin de poder ampliar el ejercicio democrático que nos conduzca a la reconciliación nacional.
En el evento, monseñor Juan Cárdenas Toro, obispo de la Diócesis de Pasto, manifestó que “animados por el ejemplo de Jesús, la doctrina social de la iglesia y el magisterio del Papa Francisco nos comprometemos a ser puente donde haya dificultades, para cumplir con coherencia este llamado de hacer presente el reino de Dios, para que de esta manera donde haya dificultades se pueda dialogar”, sostuvo.
“Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque de ellos será el reino de los cielos”, manifestó la hermana Aylem Yela Romo, rectora de la Universidad Mariana, al tiempo que invitó a los candidatos políticos en contienda a servir con eficiencia a nuestro departamento, a propender por causas que respeten la vida y los derechos humanos, y recordó a San Francisco de Asís con la oración por la paz.
“Que este pacto sea una nueva manera de hacer política y de trabajar en bien de nuestras comunidades” dijo monseñor José Saúl Grisales, obispo de la Diócesis de Ipiales, y recordó al papa Francisco cuando “nos invita a trabajar en la cultura del encuentro, por eso, invitamos a favorecer todos aquellos espacios, iniciativas y acciones que permitan entendimiento entre las personas para la construcción de una nueva sociedad”.
Otros líderes y entidades firmantes del pacto coincidieron en el llamado a llevar una campaña en paz y sin agravios, donde solo reine el interés de servicio a los menos favorecidos.